Buscar este blog

lunes, 21 de septiembre de 2009

Más de 35 millones de personas sufrirán alguna dolencia mental

Más de 35 millones de personas sufrirán la enfermedad del Alzheimer u otras formas de demencia en 2010 a nivel mundial y algunas no recibirán tratamiento, según un informe publicado el lunes. El problema está empeorando especialmente rápido en los países de bajos y medianos ingresos, donde hay poca capacidad para diagnosticar o ayudar a las personas con demencia, indicó el grupo mundial de asociaciones expertas en la dolencia "Alzheimer's Disease International" . "Este informe y todos los estudios previos indican que la cantidad actual de personas que viven con demencia crecería a una tasa alarmante", añadió el informe. "Alrededor de 35,6 millones de personas en todo el mundo vivirán con demencia en 2010. Esta cifra casi se duplicará cada 20 años, a 65,7 millones en 2030 y 115,4 millones en 2050", señaló el escrito.

La entidad afirma que la mayor parte de este aumento se debe claramente al aumento en la cantidad de personas con demencia en los países de ingresos bajos y medios. En la actualidad existen pocos tratamientos para el Alzheimer, la causa más común de demencia, y otras formas como la demencia vascular, causada por el bloqueo de arterias cerebrales. Los medicamentos pueden aliviar algunos de los síntomas por un tiempo, pero los pacientes terminan perdiendo la memoria, la capacidad para moverse, comprender el mundo y para cuidar de sí mismos. Por el momento no existe cura. "Los costes de atención de la demencia están aumentando rápidamente en los países de bajos y medianos ingresos", según el informe.

Según un estudio de 2005 del Instituto Karolinska de Suecia citado en el informe, la demencia cuesta a la economía global 315.000 millones de dólares (unos 214.000 millones de euros) por año, 227.000 millones a los países ricos y 88.000 a los de ingresos medios y bajos.

La entidad recomienda que:
* Los gobiernos nacionales declaren la demencia una prioridad de salud y desarrollen estrategias nacionales para ofrecer asistencia.
* Los países con ingresos bajos y medios creen estrategias para enfrentarse a la demencia, mejorando primero la atención primaria y otros servicios comunitarios.
* Los países con ingresos elevados desarrollen planes de acción contra la demencia con recursos designados para ello.
Los países deberían desarrollar servicios que reflejen la naturaleza progresiva de la demencia, agregó el informe.