Por Joseph Mac Lean
Nadie puede discutir los beneficios que aporta un buena ducha (o regaderazo) a la higiene personal, la salud y el bienestar en general. Sin embargo, hay un asunto que muchos hemos olvidado: los cabezales de las duchas. Científicos han descubierto que los cabezales de las duchas, que rara vez se limpian y desinfectan, pueden ser una fuente potencial de peligrosos patógenos que podemos respirar.
Una bacteria muy común (Mycrobacterium avium), presente en las duchas, es una que pertenece a la misma familia de la bacteria de la tuberculosis; por lo que el riesgo de contraer algún tipo de enfermedad pulmonar de tipo infeccioso se incrementa si usted no desinfecta con regularidad toda su ducha, en especial el cabezal. El riesgo de infección se incrementa si usted recibe una bocanada de agua cuando abre la ducha, por eso es conveniente abrirla un poco antes de introducirse para el baño en sí, dejando correr un poco el agua.
Quizá ese cansancio y la tos seca y persistente que le acompañan gran parte del día se deba a que usted se haya infectado con ese o cualquiera de los otros patógenos que la Mycrobacterium avium permite se adhieran al cabezal de la ducha. Los expertos afirman que las duchas también han sido identificadas como una ruta de propagación de otras enfermedades infecciosas, incluida la legionelosis o enfermedad del legionario -un tipo de pulmonía- e infecciones del pecho provocadas por otra bacteria llamada Pseudomonas aeruginosa.
Algo a tomar en cuenta es que los expertos recomiendan los cabezales de metal en vez de los de plástico, que, según parecer, contribuyen más a albergar biopelículas de bacteria.
¿Debemos descontinuar las duchas?
¿Debemos descontinuar las duchas?
Si no está sufriendo usted de algún tipo de enfermedad infecciosa grave, no es bueno descontinúe las duchas. Pero sí debe tener en cuenta desinfectar y cambiar regularmente los cabezales de las duchas de su hogar, y monitorear el suministro de agua de su casa, en especial si esta proviene de cisternas o tanques elevados.
Una medida tan simple puede reportarle incontables beneficios y un ahorro considerable a la economía familiar.
