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lunes, 14 de septiembre de 2009

La crisis mundial golpea a Cuba


Por Joseph Mac Lean


La crisis mundial golpea duramente a la economía cubana, que las perspectivas de crecimiento se han visto reducidas de un 6% inicial a un 1,7% real. Esto afecta al mercado de divisas, la industria del turismo, la exportación de níquel y del tabaco. Es de esperar que los precios de los alimentos, en su mayoría importados, se disparen en las próximas semanas.

Este golpe a las finanzas cubanas se suma a los devastadores efectos del paso de tres huracanes el año pasado que provocaron cuantiosas pérdidas hasta por un valor de más de US$10.000 millones, sobre todo en viviendas y agricultura. Aunque las autoridades redujeron las importaciones, limitaron la exportación de capitales, establecieron un estricto control energético, exigieron más eficiencia a las empresas y bajaron los precios de algunos productos y servicios, buscando extraer más recursos del mercado interno, la economía cubana aún no se ha recuperado del todo.

En serios problemas

Los precios del níquel se redujeron en un 50%, así como los ingresos por el turismo decayeron en 12%, 13% las ventas del tabaco, 50% el valor de los mariscos, y una sensible contracción del crédito y la inversión. Si a esto se suma los efectos del todavía vigente Bloqueo Económico de los EEUU, la ineficiencia del modelo económico cubano, las gratuidades, la política de empleo y la descapitalización acumulada, las esperanzas para los cubanos de una pronta recuperación están cada día más lejanas, pese a los denodados esfuerzos que hace el gobierno de la isla.

De otro lado, la también golpeada economía estadounidense hace peligrar las remesas de divisas a Cuba, que se calculan ente US$600 y 1.000 millones anuales, aunque el anunciado fin del bloqueo económico, decretado por el Presidente Obama, hace abrigar alguna ligera esperanza.

Espinosa propone medidas más radicales, dar la tierra en propiedad a los campesinos, dedicar parte de las remesas familiares a la agricultura, aumentar el número de trabajadores por cuenta propia y autorizar las pequeñas y medianas empresas, como sucedió en Vietnam o China.

Un cambio significativo en la política económica cubana es la autorización para que los cubanos se hospeden en hoteles turísticos. Este verano ocuparon el 10% de la capacidad hotelera del país. Si a esto sumamos la venta de celulares, motos, computadoras y electrodomésticos, aprobada el pasado año, y durante el 2009 el acceso a internet en los hoteles, las rebajas en las tiendas de divisas y la reducción de las tarifas telefónicas internacionales, esto último solo para cubanos. Tras la amenza de apagones se logró el ahorro energético durante el verano, las importaciones se redujeron drásticamente y a los empresarios extranjeros se les limitó la posibilidad de extraer grandes sumas de dinero de sus cuentas.

Sólo el tiempo mostrará los efectos de la crisis en la economía y política de Cuba.