Sigmund Freud, cuyos libros fueron quemados por orden de Hitler en 1933, fue uno de los hombres más notables del siglo XX por su descubrimiento del psicoanálisis y por cambiar el concepto de que los niños eran inocentes en cuanto al sexo, entre otros estudios científicos.
A 70 años de su muerte, ocurrida el 23 de septiembre de 1939 en Londres, su figura genera controversias por dejar una serie de teorías, entre ellas el "Complejo de Edipo", cuyo nombre fue tomado de la tragedia griega de Sófocles que relata el deseo inconsciente por la madre y la rivalidad con el padre. "Comencé mi carrera tratando de aliviar a los enfermos neuróticos. Así descubrí datos muy importantes del inconsciente". "La gente no creía en mis ideas. Al final triunfé pero la lucha no ha terminado", dice Freud en una grabación de 1938, cuando tenía 81 años de edad y sufría de un cáncer en la mandíbula.
Freud situó el concepto de la sexualidad en una época en la que todo el mundo pensaba que los niños eran inocentes, y también generaba polémica en la sociedad vienesa con su teoría de que las mujeres se sentían inferiores porque carecían de pene.
A los doce años leía a Shakespeare en inglés, hablaba seis idiomas, estudiaba obsesivamente y cenaba en su habitación para ahorrar tiempo, porque creía que tenía asignada "una tarea con la vida. "Un hombre como yo no puede vivir sin un caballo de batalla. Una pasión que lo consuma. Un talento. Yo he encontrado mi talento, y es el servicio. Mi talento es la psicología", señaló en una oportunidad.
En 1933, Hitler ya había quemado sus libros en Alemania, antes de que sus estudios revolucionaran el concepto de la sexualidad al descubrir zonas reprimidas de la mente.
Nacido en 1856 en Freiberg, antigua Moravia, conocida hoy bajo el nombre de República Checa, Freud se trasladó a los tres años a Viena con toda su familia, donde luego se recibió de doctor especializado en psiquiatría. Era hijo de un comerciante de lanas, que tenía 41 años y dos hijos de otro matrimonio cuando nació el futuro padre del psicoanálisis, y su madre era 20 años más joven que su progenitor, circunstancia familiar que sus biógrafos señalan que despertó la curiosidad e inteligencia del futuro padre del sicoanálisis.
Freud, quien se rodeó de artistas de la importancia del músico Gustav Mahler y del pintor Gustav Klimt, adoptó en 1896 el término psicoanálisis para referirse al estudio de la mente, como opuesto a lo físico, causado por un desorden psíquico. Uno de los principales temas de sus estudios fue la cantidad de actitividad que reune la mente sin tener conciencia de ella, lo que derivó en su propuesta ahora famosa del modelo del Ego, SuperEgo. En 1895, publicó sus "Estudios sobre la histeria", en la describe sus teorías sobre la asociación libre de ideas, catarsis, hipnosis, transferencia, la fuerza inconsciente de la líbido o energía sexual, reunidos a través del psicoanálisis y de la interpretación de los sueños.
Freud estaba completamente consciente de la importancia de los sueños y la descripción de ellos como el "real camino" para entender el inconsciente. Por eso, en 1899. publicó su trabajo más famoso: "La interpretación de los sueños". También denominó "narcisismo" al proceso por el cual la libido (deseo, impulso) se dirige hacia uno mismo, basándose en el mito griego del personaje de Narciso que se enamoró de sí mismo.
Al respecto, decía que el ser humano fue lastimado en su amor propio en tres circunstancias: cuando Copérnico descubrió que la tierra no era el centro del universo, cuando Darwin demostró que el hombre junto a la naturaleza era producto de la evolución, y cuando él mismo desentrañó la complejidad del psiquismo.
Apasionado con sus estudios del sicoanálisis, Freud generó una gran polémica al considerar a la homosexualidad como una enfermedad, por lo que en aquellos años numerosos homosexuales fueron internados en institutos de salud mental, y también causó malestar entre las mujeres por su concepto de la "envidia del pene".
En su libro "Análisis de lo profano", Freud señala que "la vida sexual del niño es, naturalmente, distinta a la del adulto", y sostiene además que "del sexo de la niña se sabe menos que la del niño", basándose en observaciones inmediatas y directas de su vida como psicoanalista. "Sin embargo, hemos descubierto que la niña lamenta grandemente la falta de un miembro sexual equivalente al masculino; se considera disminuida por esta carencia, y experimenta una ´envidia del pene´ que da origen a toda esta serie de reacciones femeninas características", afirma en su obra.
En Argentina, especialmente en Buenos Aires, la obra de Freud tuvo una gran repercusión, ya que se cree que es la capital donde más se practica el psicoanálisis y donde más gente psicoanalizada existe en promedio por habitante.
El 15 de diciembre de 1942 se crea la Asociación Psicoanalítica Argentina, cuya "Acta Inaugural" fue suscripta por la austríaca Marie Langer (quien se exilió en Uruguay y luego en Buenos Aires luego de participar como médica en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española, 1936-1939), Angel Garma, Celes Cárcamo, Arnaldo Rascovsky, Enrique Pichón Riviere y Enrique Ferrari Hardoy