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viernes, 25 de septiembre de 2009

Cómo mantener vivo el romanticismo

Por Joseph Mac Lean

El romanticismo en sí no existe. En cambio todos podemos ser 'personas románticas', en especial cuando tenemos una relación de larga duración. Todos podemos reavivar un amor especial por nuestra pareja, por supuesto, no al grado de los primeros meses o años, sino aún mejor: un amor maduro, comprensivo, tolerante, abierto, franco, lleno de historia y buenos frutos.

No se trata de brindar una lista de consejos, como quien busca descubir una "fórmula mágica" infalible, o algo así. Las relaciones humanas, y las románticas en especial, son extremadamente complejas, pero no imposibles de manejar con éxito. Estas breves pautas guiadoras nos mostrarán el camino para 'volver a enamorarnos' una y otra vez... de la misma persona.

1. Tengan al menos una noche (o tarde, o mañana) cada semana reservada sólo para ustedes. Para hablar de ésto o aquéllo que sólo les concierne a ustedes dos. Pónganse de acuerdo, y una semana vayan al cine, la otra vean un encuentro deportivo, o salgan a ver tiendas o de compras si su presupuesto se lo permite, o a comer en algún restaurante exótico. Usen ese tiempo para 'redescubrir' a su pareja, sus gustos (y aversiones), antiguos o recién adquiridos. Nada de charlar de los hijos, el trabajo, la economía, el tiempo o la política. No, definitivamente : ¡NO! ...¡Qué el mundo arda afuera, no ustedes dos, a no ser que sea de pasión! Hablen de cada uno de ustedes exclusivamente.

2. Haga regalos inesperados. No tienen que ser caros, sólo detalles: un adorno personal, un libro, un licor preferido, un perfume o colonia. Sin embargo, que no haya ningún motivo especial al hacerlo... simplemente porque sí. Tampoco utilice los regalos como soborno: no dé a cambio de...

3. Enfatice las cosas que aún le agradan de su pareja. Aunque todos tenemos defectos, es de entender que con los años, algunas personas aprenden a controlarlos y también a mejorar como individuos en algún campo; o, sencillamente, demuestran firmeza y constancia en algunas conductas, actitudes o rasgos de personalidad, que nos agradaron al conocerlas. Piense detenidamente y dígaselo con frecuencia, pero cambie de rasgo cada vez.

4. Muestras de afecto. No tienen que ser escenas 'hollywodenses' tampoco, no exagere. Pero, tómense de la mano, abrácense, y bésense de continuo. No olvide las palabras tiernas, esas que son personales, que solamente le decimos a nuestro socio conyugal. Es importante, por la buena salud familiar, que los hijos (de haberlos) vean de continuo que ustedes aún se aman.

5. Repasen de continuo los buenos (y malos) momentos. Preparen nuevos álbumes de fotos, o vean viejas películas caseras, siempre juntos. Compartan detalles que aún le impresionan de esos bellos y agradables momentos. Eso siempre reaviva cualquier amor. Si van a recordar malos momentos. comparta cómo se brindaron apoyo mutuo o cómo las heridas (que todavía pueden doler de algún modo) son huellas que, como tatuajes, han marcado las vidas de ambos de un modo muy particular, único. Hagan un recorrido rápido, incluso ante sus hijos o nuevos amigos, de cómo, cuándo y dónde se conocieron. Cuente cada uno su versión y complemente amablemente algún detalle faltante. Diga algo como esto: "Amor, cuéntales lo que pasó el día que...", pero evite temas bochornosos o vergonzantes, el sarcasmo y la burla. Esto no es admisible entre personas románticas en verdad.

6. Aprenda a reconocer los gestos, miradas y susurros de su pareja. Y responda ante ellos apropiadamente. Cada pareja ha establecido un lenguaje corporal y verbal propios cuyo significado sólo lo conocen los dos. Usted puede acercarse al otro y susurrarle una palabra clave incluso en otro idioma (Je t'aime, Caro mío, Darling), o inventada (su lenguaje propio: Mupi, Tatita, Picarone, etc), y a pesar de no estar completamente sólos. La misma palabra o frase tiene significados varipintos en cada pareja o situación, y eso sólo lo entiende la pareja, dependiendo del tono, la intensidad y el momento y lugar donde se expresen..

7. Hágale saber que puede contar con su respeto, admiración y confianza. Aparte del amor (difícilmente definible, por cierto), existen tres bases claves para una relación amorosa duradera. Usted debe respetar a su pareja, es decir reconocer y aceptar sus limitaciones, antecedentes, sueños, planes y proyectos de vida, gustos y disgustos: es un ser humano con aspiraciones, incluso espirituales. También debe admirar a su pareja, por lo que ya es, o por lo que se está eforzando en llegar a ser. Como nadie es perfecto y todos tenemos algún tipo de manía, fobia o trastorno emocional (y hasta mental), haga que su pareja confíe en que usted no lo ridiculizará delante de otros, ni hablará ni ahora ni después de aquello con nadie, a no ser que sea absolutamente necesario, por razones médicas o legales tal vez.

Bueno ahí va mi primer recetario. ¿Qué ya lo sabía?... De seguro, pero a ver cómo les va si aplican una o varias de esas pautas. Ya les hablaré en detalle de algunas más y espero sus comentarios a: josephmaclean2002@yahoo.com.