Se ha utilizado el relato de 2 Samuel 1:26: “¡Angustiado estoy por ti, Jonatán, hermano mío! ¡Con cuánta dulzura me trataste! Para mí tú cariño superó al amor de las mujeres.” para sugerir (y hasta afirmar) que entre David y Jonatan existió una relación homosexual. Pero, ¿era así en realidad? Para empezar tanto David como Jonatán eran casados por lo tanto se trataría, más bien, de un caso de bisexualidad, pero gays al fin y al cabo. La misma Biblia nos dice que David era muy aficionado a las mujeres y tuvo muchas esposas y concubinas. Hay menos información acerca de Jonatan, pero por ser hijo del rey Saúl, seguramente era muy conocido entre su pueblo, y difíclmnte hubiese podido ocultar por largo tiempo sus preferencias sexuales de otro tipo que no fuesen heterosexuales.
Cuando David fue duramente censurado por el profeta Natán luego de que cometiera adulterio con Betsabé (tal censura usted la puede leer aún ahora en 2 Samuel 12:1-24), quedó demostrado que ningún pecado queda sin estar expuesto a la vista de Jehová (Hebreos 4:13). Debe usted recordar, igualmente, que Saúl dio en matrimonio a su hija Mical con David como recompensa por el triunfo de éste ante los filisteos. Con el tiempo, Saúl llegó a odiar a David, y buscó la forma de eliminarlo. Les hubiera sido muy fácil deshacerse de David si lo acusaban de homosexual, algo severamente castigado de acuerdo a la Ley de Moisés (Levítico 18:22; 20:13). Tal acusación nunca se presentó, porque era evidente que no tenía ningún fundamento; y tanto David como Mical eran personas muy apegadas tanto a David como a Jonatán.
Es curioso que, aunque en la Biblia se dice que el amor que había entre Jonatán y David superó al que sentían por las mujeres, en las Sagradas Escrituras ni una sola vez se utiliza la palabra griega eros para indicar el amor romántico o erótico, muy común en una relación típicamente homosexual. En 2 Samuel 1:23, David llora la muerte de Jonatán y de Saúl el rey, y David de ambos dice que le eran “muy amados”. David llama a Jonatán “hermano mío”, aunque Jonatán y David eran de tribus diferentes. La palabra más usada en la Escrituras para significar "amor" es agápe, una clase de amor superior basado en el conocimiento exacto de las leyes y la voluntad de Jehová, el Dios Todopoderoso. Entre las características de esa clase de amor esta lo que el apóstol Pablo dijo en 1 Corintios 13: 4-8, al decir que "el amor... no se porta indecentemente", y, puesto que los diccionarios definen "indecente" como "indecoroso", "obsceno" y "deshonesto", es decir, "que va contra la honradez o las normas éticas", una relación homosexual entre David y Jonatan hubiese significado precisamente eso, una descarada violación de las altas normas morales que Jehová Dios dio a su pueblo.
Se debe tener presente que las muestras de afecto entre los varones de los pueblos orientales son diferentes a lo acostumbrado en los occidentales. Aún hoy, entre árabes, judíos, rusos y otros pueblos orientales, los hombres acostumbran besarse cuando se encuentran. Es un pueblo sentimental y eso forma parte de su cultura sin que esto implique un motivo sexual. En algunas zonas del África, es común que los amigos íntimos vayan cogidos de la mano (algo no permitido entre las mujeres, como si ocurre en las culturas occidentales), y tampoco allí es demostración de apego homosexual.
Es de esperar que Jehová, el Dios de Israel, quien no dejó de revelar el pecado de David con Betsabé (la fornicación heterosexual u homosexual era castigada por igual con la pena de muerte, lo que permite percibir que para Dios un cierto tipo de pecado no es más horrendo que otro), hubiera dejado oculto un pecado que Él mismo consideraba abominable o detestable, y para el cual había decretado la pena de muerte a sus practicantes. David y Jonatán hubieran sido lapidados sin falta; pero no fue así, porque tal pecado nunca existió.
Es evidente, entonces, que "el amor" que sentían uno por el otro (descontando que no había implicado ningún sentimiento erótico) se basaba en base a la valentía y el apego que por la adoración a Jehová (o Yahvé como prefiera usted) ambos sentían. La verdad es que la admiración que Jonatán (veinte años mayor) empezó a sentir por David cuando éste derribó al gigante filisteo Goliat, fue incrementando hasta convertirse en una amistad tan fuerte que derivó en una hermandad muy íntima. Sólo hay, por tanto, homosexualidad en esa amistad para quien ya tiene la cabeza inclinada hacia ella y quiere torcer las Escrituras para su propia perdición. Bien dijo el apóstol Pablo: ’Todas las cosas son limpias a los limpios, pero para los sucios y contaminados, todas las cosas son sucias y contaminadas’ (Tito 1:15-16). Es claro, por lo tanto, que nada en la Biblia, ni en la historia, prueban que David o Jonatán hayan mantenido una relación homosexual.