Por Joseph Mac Lean
Más allá de los usos de los medios, o las alusiones de políticos de todo el mundo, de sociólogos, exaltados predicadores televisivos y cineastas ávidos de ingentes ganancias, la Biblia recoge por una sola vez esta palabra, Armagedón, en el líbro de Revelación (Apocalipsis) capítulo 16 versículo 16, con un significado que supera cualquier intento por aplicarlo en un sentido, incluso, peyorativo.
Lea cuidadosamente los versículos 14 y 16, de Revelación capítulo 16: "Son, de hecho, expresiones inspiradas por demonios, y ejecutan señales, y salen a los reyes de toda la tierra habitada para reunirlos a la guerra del gran día de Dios, el Todopoderoso... Y los reunieron en el el lugar que en hebreo se llama Har-Magedón (Armagedón)" (las cursivas son mías). Y tal palabra no se vuelve a mencionar en los capítulos siguientes, ni en ninguna otra parte de la Biblia.
¿Significa que literalmente se reunirán ejércitos en el Medio Oriente, para lidiar contra las fuerzas celestiales?
Eso sería materialmente imposible, pues se dice que "los reyes de toda la tierra" son reunidas para esta Batalla Final. Además, un texto profético antiguo que narra una situación similar dice "los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra" (Jeemías 25:33). Además, el propio Jesucristo, aquél que liderará las fuerzas celestiales (Revelación 19:11-16), dijo lo siguiente: "Y entonces, aparecerá la señal del Hijo del Hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes con poder y gran gloria" (Mateo 24:30).
Esta batalla eliminará a todos los gobiernos humanos, que por siglos han sido dirigidos, no por Dios, sino por Satanás el Diablo y sus demonios, terminando así la concesión que Dios ha hecho respecto a su Soberanía sobre la Tierra, por el asunto judicial que surgió temprano en la Historia humana, con la rebelión de Adán y Eva, en el Jardín de Edén (Génesis capítulo 3). Como lo ha demostrado la historia de la humanidad, son ciertas estas palabras proféticas: "Al hombre terrestre no le pertenece su camino" (Jeremías 10:23). Las actuales condiciones mundiales, con todo el progreso científico y tecnológico alcanzado, ha puesto de manifiesto la incapacidad del hombre para gobernarse con éxito, pese a los sinceros esfuerzos por alcanzar el éxito.
¿Cuál es la razón principal del fracaso de la gobernación humana?
No sólo es la imperfección heredada (Romanos 3:23), sino muy especialmente, como señala la Biblia repetidas veces, a la influencia demoníaca que mediante un sistema político opresivo (Rev. cap. 13), un codicioso sistema comercial, que está arruinando la Tierra (Rev. 18:11-19) y una organización religiosa de alcance mundial, llamada "Babilonia la Grande" en el libro bíblico de Revelación, que lejos de honrar al creador Todopoderoso, no sólo se prostituye con los reyes de la Tierra (Rev. 17:2; 18:9) y vive en lujo desvergonzado (Rev. 18:3, 7, 11), sino que ha "embriagado" a la humanidad con toda clase de enseñanzas falsas de origen demoníaco (Rev. 17:2; 18: 2), que los demonios mismos le han inspirado (1 Timoteo 4:1-5).
¿Es necesario que un Dios de amor (1 Juan 4:8) desarrolle una batalla con tanta mortandad?
Sí, y hay varias razones para ello. Saque sus propias conclusiones al leer los siguientes textos bíblicos:
"Y vi tres expresiones inspiradas inmundas que se parecían a ranas salir de la boca del dragón (o Satanás el Diablo, Rev. 12:9) y de la boca de la bestia salvaje (que recibe su poder del mismo dragón, Rev. 13:1-2) y de la boca del falso profeta (una parte prominente de la bestia salvaje en el tiempo del fin, Rev. 13:11-13). Son, de hecho, expresiones inspiradas por demonios, y ejecutan señales, y salen a los reyes de toda la tierra habitada, para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso" (Rev. 16:13-14)
"Cierto, Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia; sin embargo, ahora está diciéndole a la humanidad que todos en todas partes alcancen el arrepentimiento. Porque ha fijado un día (en Armagedón) en que se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quién ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos". (Hechos 17:30-31)
"Así como eran los días de Noé... no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del Hombre." (Mateo 24:37-39, compare con Génesis 6:1-5)
"Esto es excelente y acpto a vista de nuestro Salvador, Dios, cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad" (1 Timoteo 2:3-4)
"Porque tanto amó Dios al mundoque dio a su Hijo unigénito para que todo el que ejerce fe en él no sea destruído, sino que tenga vida eterna... El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna, el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él" (Juan 3:16, 36)
"De nuevo el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: "Todas estas cosas te las daré, si caes y me rindes un acto de adoración" (Mateo 4:8-9; compare con Lucas 4:5-6)
"El mundo entero yace en el poder del inicuo" (1 Juan 5:19)
"Todo lo que hay en el mundo -el deseo de la carne, y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno- no se origina del padre, sino que se origina del mundo (bajo el dominio de Satanás el Diablo y sus demonios). Además, el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:16-17)
Así, queda patente que Armagedón debe llevarse a cabo para que la humanidad se libre de la influencia de Satanás desde la fundación del mundo. Es necesario, que el Mesías, Jesucristo, sea revelado en poder y gloria, para desbaratar las obras del Diablo (1 Juan 3:8), que incluye la condena al pecado, la enfermedad, la vejez y la muerte, cuyo causante fue y es el Diablo (Hebreos 2.14), siendo éste un gobernante mentiroso y homicida (Juan 8:44). En base a la justicia, y pese a las reiteradas advertencias divinas, Dios usará a Jesucristo para eliminar a todos los que no reconocen la soberanía de Dios y no obedecen las buenas nuevas que se están predicando por toda la Tierra habitada (Mateo 24:14; 2 Tesalonicenses 1:6-10).
La pregunta fundamental es: ¿de qué lado estaremos cuando estalle y culmine Armagedón? Sólo usted tiene la respuesta.