Las autoridades sanitarias de EEUU estudian la posibilidad de promover la circuncisión de todos los recién nacidos en los hospitales del país para luchar contra la propagación del virus del VIH que provoca el sida. La recomendación de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés) se espera que llegue a final de año e incluiría también la posibilidad de circuncidar a los adultos heterosexuales cuyas prácticas sexuales sean consideradas de alto riesgo.
Así lo ha adelantado el diario The New York Times, que reconoce que la propuesta ya ha levantado polémica porque, entre otras cosas, los expertos dicen que no tendría un gran impacto en EEUU entre los homosexuales, el principal grupo de riesgo. La medida se basa en la publicación de recientes estudios clínicos que demuestran que en los países africanos golpeados con crudeza por el sida, los hombres que se sometieron a la citada operación redujeron a la mitad el riesgo de infección debido a que el tejido mucoso del prepucio es más susceptible al virus del VIH.
Según los resultados de esos estudios, que fueron realizados en Kenia, Sudáfrica y Uganda, los varones heterosexuales circuncidados tenían un 60% menos de posibilidades de acabar contrayendo el VIH. La medida, sin embargo, no parece proteger a las mujeres que mantienen relaciones sexuales con ellos, según estas mismas investigaciones.
Voces encontradas
Quienes critican que se extienda a todos los recién nacidos la circuncisión consideran que es una operación innecesaria y sin el consentimiento de los niños, y quienes apoyan la medida, como el doctor Peter Kilmarx, dicen que cualquier medida contra el sida debe ser tomada en cuenta seriamente. "Tenemos una significativa epidemia en este país, y debemos observar con detenimiento cualquier posible intervención que pudiera servir como herramienta para hacer frente a la epidemia", afirma el doctor Kilmarx, especialista de los CDC, con sede en Atlanta.
En EEUU se calcula que el 79% de los adultos ya están operados, aunque es una práctica que ha disminuido en los últimos años.
En EEUU se calcula que el 79% de los adultos ya están operados, aunque es una práctica que ha disminuido en los últimos años.
Después de la Segunda Guerra mundial el 80% de los niños eran circuncidados, mientras que en 1999 el porcentaje había descendido hasta el 65%, según datos de los CDC, que revelan que los negros e hispanos, grupos más afectados por el sida, son menos dados a operar a sus hijos. La Academia de Pediatría de aquel país asegura que la circuncisión "no es esencial" para el futuro bienestar del niño, por lo que en muchos estados del país la operación no está cubierta por los servicios de salud públicos.