Mucho se especula acerca de una pronta (o lejana) destrucción del planeta Tierra, sea por un desastre natural, una guerra nuclear, la acción de cuerpos celestes, e incluso la propia intervención del Creador de la tierra. Es interesante reconocer que la palabra "tierra" tiene en la Biblia muchas connotaciones. Por supuesto, se refiere al planeta mismo (Génesis 1:28; Eclesiastés 1:4), pero también se refiere a una zona geográfica específica (Génesis 13:15; Éxodo 3:8), a la humanidad en general (Génesis 11:1; Salmos 96:1; 100:1), a una condición de paz o prosperidad (Salmos 37:29; Mateo 5:5; Lucas 2:14) o a una condición de maldición (Génesis 3:17; Génesis 6:15). Por eso es bueno entender en cada pasaje bíblico el sentido apropiado de la palabra "tierra" a la luz de otros textos y enseñanzas bíblicas (Salmo 119:105).
Los que arguyen que Dios mismo destruirá el planeta Tierra para castigar a la humanidad desobediente citan por lo general las palabras de 2 Pedro 3:7 "Los cielos y la tierra que ahora existen, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos". Yendo un poco más allá, algunos dicen que un nuevo planeta reemplazará al actual, en vista de lo que dice Revelación 21.1: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron y el mar ya no existe". ¿Es corecto razonar así? Bueno, la verdad es que ese punto de vista no es compatible con el resto de las Escrituras. ¿Por qué? Veamos.
Tenga en cuenta que de destuirse la tierra literal, también habría que destruir todo el 'cielo', es decir las estrellas y los otros cuerpos celestes, por causa de la iniquidad de los hombres. Sería como destruir un edificio entero, demolerlo hasta sus cimientos incluso, debido a que muchos departamentos están sucios o infestados de insectos o roedores. Eso no sólo sería poco razonable, sino desproporcionado también. Es claro que bastaría con efectuar una fumigación a conciencia, una limpieza profunda de lo que es perjudicial o dañino, y preservar las estructuras, para, una vez reparados los daños, sirvan de lugar de habitación adecuada para humanos dignos. Bueno eso es lo que enseña la Biblia:
- "Y sólo un poco más de tiempo y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar y él no será. Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz." Salmos 37:11)
- "Los justos mismos poseerán la tierra, y hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz" (Salmos 37:29)
- "El próposito es que andes en el camino de los buenos y que guardes las sendas de los justos. Porque los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. En cuanto a los inicuos, serán cortados de la mismísima tierra, y en cuanto a los traicioneros serán arrancados de ella" (Proverbiso 2:20.-22)
- "Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, el Dios [verdadero], el Formador de la tierra y el hacedor de ella, Él, Áquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada" (Isaías 45:18)
- "Felices son los de genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra" (Mateo 6:5)
- "Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas -después que ellas de la misma manera como los anteriores (los ángeles materializados que bajaron a la Tierra) hubieron cometido fornicación en exceso, e ido en pos de carne para uso contranatural- son puestas delante de nosotros como ejemplo [amonestador] al sufrir el castigo judicial de fuego eterno" (Judas 7)
En vista de lo anterior, y del hecho que en el antecedente (o contexto) de 2 Pedro 3:7 se habla del diluvio de los días de Noé (que definitivamente arrasó a la sociedad humana inicua de ese tiempo, pero que dejó intacto el planeta Tierra) es razonable concluir que Dios no se propone destruir el planeta Tierra, sino a la sociedad humana inicua actual (la tierra simbólica de Revelación 21.1), restaurando posteriormente las condiciones originales que habían en el Edén, lugar de habitación de la primera pareja humana.
Lo que será destruído es el sistema corrupto del hombre construído y mantenido a espaldas de Dios y dominado por Satanás (que significa 'resistidor', el Diablo (que significa 'mentiroso' (1 Juan 5:19), que está arruinando la Tierra (Revelación 11:18). Y, como hizo en el pasado con los humanos obedientes, Dios tomará las acciones pertinentes para su supervivencia una vez se inicie su día de juicio, que es evidente está próximo a suceder.
Hasta Jesucristo mismo indicó que habrá sobrevivientes: "De hecho a menos que se acortaran aquellos días [del día de juicio: la gran tribulación y el Armagedón mismo] ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos aquellos días serán acortados" (Mateo 24:22)... prueba clara de que habrá sobreviente sobre la tierra. Por lo tanto el planeta tiene que subsistir para sustentar a los seres humanos obediente que hayan ejercido fe en las provisiones de Dios para su salvación eterna (Juan 3:16, 36; 17:3, 17; Revelación 7:9-13).