Respondiendo al pedido de numerosos anglicanos, el Vaticano ha anunciado que los anglicanos conservadores que deseen 'volver' al catolicismo romano podrán convertirse más fácilmente, sin perder su liturgia ni sus tradiciones. En los últimos años, una no tan velada disención acomete contra la Iglesia Anglicana, dividida debido a la ordenación de mujeres y homosexuales, así como el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El anuncio llega en medio de unas cada vez más intensas conversaciones entre Roma y Londres, tras varios años de separación desde que Enrique VIII rompió con el Papa, debido a su negativa de otorgarle el divorcio. Los obispos de ambas iglesias están interesados en definir con claridad el destino de ambas partes y alcanzar un clima más distendido. Sin embargo, un cisma en la Iglesia Anglicana no escapa a la realidad inmediata, pues cada vez cobra más fuerza el ala liberal en detrimento del ala conservadora, que a su vez no ve con buenos ojos un trato armónico con los católicos romanos.
Entre las medidad ya tomadas por la Curia romana está la provisión del derecho canónico romano que facilitaría la incorporación al catolicismo de este último grupo es un estatuto similar al que se creó para el Opus Dei. La creación de "prelaturas personales" permitirá que bajo la "supervisión y guía" del Vaticano, los anglicanos que así lo quieran designen un obispo propio para integrarse al catolicismo bajo su liderazgo. Aunque Roma aprobará dispensas para que se puedan ordenar como sacerdotes católicos los ministros anglicanos casados -sin tener que renunciar a sus matrimonios según informó el corresponsal de la BBC en el Vaticano David Willey- los obispos serán escogidos entre el clero anglicano no casado y pasarán a reconocer la autoridad de Benedicto XVI.
"No es una agresión"
Los líderes anglicanos y católicos afirman que el anuncio no afectará el diálogo entre ambas iglesias. El arzobispo de Canterbury Rowan Williams, considerado la máxima autoridad del clero anglicano y líder espiritual de la comunidad en todo el mundo, dijo en conferencia de prensa en Londres que no ve la decisión del Vaticano como "un acto de agresión".
Los líderes anglicanos y católicos afirman que el anuncio no afectará el diálogo entre ambas iglesias. El arzobispo de Canterbury Rowan Williams, considerado la máxima autoridad del clero anglicano y líder espiritual de la comunidad en todo el mundo, dijo en conferencia de prensa en Londres que no ve la decisión del Vaticano como "un acto de agresión".
Flanqueado por el arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, la máxima autoridad católica en Inglaterra y Gales, Williams afirmó que es un gesto "rutinario" que forma parte del diálogo que existe entre las dos iglesias. "Esto no es una injerencia en la vida de la comunidad anglicana, sino una respuesta a gente que se nos ha acercado", dijo por su parte Nichols.
Según el Vaticano, las disposiciones prevén que se conserven las "valiosas liturgias anglicanas y su patrimonio espiritual". De acuerdo al cardenal que hizo el anuncio en nombre del Papa en Roma, William Levada, "la unidad de la Iglesia no requiere una uniformidad que ignore la diversidad cultural".
Se calcula que la comunidad anglicana reúne a unos 77 millones de fieles nominales en todo el mundo, mientras se estima que la Iglesia Católica agrupa a unos 1.100 millones de creyentes.