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domingo, 25 de octubre de 2009

Diez autores que triunfaron con una sola novela

Por Paolo Fava

El caso del escritor que triunfa con su primera novela y no vuelve a escribir jamás es una anomalía casi mitológica dentro del mundo de la literatura. Es quizás eso lo que los hace tan fascinantes. The Times ha publicado una lista con las diez más importantes.En algunos casos irrumpió la tragedia, en otros las circunstancias de la época. Pero en otros tantos la causa del repudio hacia la ficción, incluso a pesar del éxito, continúa siendo un misterio.
La lista comienza con Matar un ruiseñor de la estadounidense Harper Lee. Este relato sobre la desigualdad racial en el sur profundo y rural de la época de la Gran Depresión ganó el Premio Pulitzer en 1960. Rápidamente se convirtió en un clásico contemporáneo, se adaptó con gran éxito al cine y hoy forma parte del currículo escolar en EE.UU. Lee llegó a decir “esperaba una muerte rápida a manos de los críticos (…) pero en cierto modo esto ha sido igual de aterrador”. A excepción de algunos ensayos, no ha vuelto a escribir.
Otra autora que le debe gran parte de su fama al cine es Margaret Mitchell. Quizás su nombre no diga gran cosa a muchos pero todos reconocerán el nombre de su novela, Lo que el viento se llevó. Mitchell la escribió a escondidas y sólo se decidió a llevarla a un editor cuando conocidos suyos la retaron a ello. La novela ganó el Pulitzer en 1937, vendió decenas de millones de copias e inspiró una de las mayores superproducciones de Hollywood. Mitchell murió doce años después, atropellada junto a su marido por un taxi sin haber vuelto a escribir.
De nuevo una mujer, pero esta vez del siglo XIX. La inglesa Emily Bronte, hermana de las también escritoras Charlotte y Anne Bronte) publicó en 1847 uno de los clásicos de la literatura anglosajona, Cumbres borrascosas. Esta historia de amores desgraciados fue inicialmente recibida con estupor por su innovadora estructura narrativa trabada. Al año siguiente Emily moría de tuberculosis con tan sólo treinta años, sin llegar a conocer completamente la repercusión de su obra. Su hermana Charlotte se encargaría de hacer una reedición póstuma.’
Si hay un escritor ermitaño en el siglo XX, no obstante, ese es J. D. Salinger. En 1951 y a los 32 años Salinger publicó El guardián entre el centeno, una novela de formación que revolucionó el panorama cultural de la época por la brillantez y la crudeza de su lenguaje y sus temas. Salinger ha publicado relatos y ensayos posteriores pero desde los años sesenta no ha dado señales de vida. El misterio y la rumorología a su alrededor es tal que otro eremita, Thomas Pynchon, tuvo que aclarar por carta que Salinger y él no eran, como se mantenía, la misma persona.
¿Sabíais que Oscar Wilde también era autor de una sola novela? Pero esta es El retrato de Dorian Gray ni más ni menos. Su publicación en 1890 fascinó a los estetas modernistas pero causó una importante controversia en el resto del público, lo que llevó a Wilde a centrarse en otros géneros más maleables y rentables como la poesía o el teatro.
Una de las novela anglosajonas modernas más referenciadas hoy en día es La conjura de los necios, publicada en 1980 y Pulitzer en 1981. Tristemente, su autor John Kennedy Toole se había suicidado en 1969, desesperado por no encontrar editor, y sólo la insistencia de su madre permitió que la novela viera la luz.
Sylvia Plath, autora de una única novela sobre sus propios conflictos psicológicos La campana de cristal, se suicidó el mismo año de su publicación, 1963.
Anna Sewell es relativamente desconocida en el mundo hispano. Durante una larga convalecencia entre 1871 y 1877 escribió Black Beauty, un libro en defensa del trato humano a los caballos que se convirtió en un bestseller europeo. Falleció a los cinco meses de su publicación. Boris Pasternak es uno de los grandes poetas rusos modernos, pero en occidente se le conoce sobre todo por su única novela, Doctor Zhivago, que tuvo que publicarse fuera de la U.R.S.S. En 1959 Pasternak ganó el Nobel pero renunció a él, presuntamente por presiones soviéticas. Murió de cáncer un año después.
La lista la cierra la india Arundhati Roy, que con su primera novela El Dios de las pequeñas cosas ganó el premio Booker en 1997. Tras ello Roy anunció que no volvería a escribir ficción y se dedicaría por entero al ensayo y al activismo político. En 2007 declaró que ponía fin a su sequía literaria y que publicaría otra novela. No se ha vuelto a saber del proyecto, y algunos críticos hablan de un caso extremo de “Síndrome de la segunda novela”. Al respecto se puede consultar la lista de las segundas novelas malditas.