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viernes, 20 de noviembre de 2009

Un suicidio desconcertante

La noticia del suicidio del portero alemán, Robert Enke, paralizó a toda la nación y es tema de comentario de la prensa.



Tages-Anzeiger, de Zúrich: "Enke siempre confrontó de forma ofensiva la muerte de su hija. Algunos se quedaron con la boca abierta cuando dos días después de su muerte volvió a presentarse en el estadio del Hannover 96. Pero este fue su problema. Lo que le lastimaba profundamente lo protegía al mismo tiempo de demasiada cercanía. Enke podía moverse en la industria del fútbol profesional como quería. Mantenía la distancia y nadie habría jamás osado poner fin a esta distancia."
Arrogancia y circo
Tagesspiegel, de Berlín: "Obviamente la profesión de futbolista profesional no es más peligrosa que otras. Pero resulta mucho más difícil llevar enfermedades estando bajo la lupa de la opinión pública. Las personas públicas no pueden despedirse simplemente de su profesión para recuperarse. Se les pregunta a diario, se les observa, se analiza y califica su comportamiento. Enke decide no hablar públicamente sobre su enfermedad por miedo a perder su trabajo, su esfera privada y al bebé adoptado después de la muerte de su hija. Su caso demuestra lo difícil que es vivir con este diagnóstico (depresión) en un mundo arrogante y circense como el del fútbol profesional."
Una persona, un portero
Deutsche Welle, Bonn:
"En el gran circo del fútbol las personas pueden zozobrar rápidamente. En este ámbito sólo valen los goles, los puntos, los campeonatos. Se festeja a los ganadores, para los perdedores apenas y sobra una sonrisa cansada. El que gana millones de euros al año, se cree, no tiene preocupaciones. En el caso de Robert Enke no tuvo una vida perfecta, ni en el campo deportivo ni en el ámbito privado. En algunos de los clubes extranjeros para los que trabajó estuvo sentado en la banca, como sucedió en el FC Barcelona. Cuando finalmente logró establecerse y era negociado como uno de los mejores porteros de Alemania lo obstaculizó una enfermedad. Pero comparado con su historia privada estos subibajas profesionales casi parecen banales. Nunca se sabrá si la tragedia comenzó con la muerte de su hija de dos años en el 2006. si comenzó antes o después. El portero Robert Enke fue analizado hasta el último detalle. Poco es lo que se sabe, sin embargo, del ser humano Robert Enke. Y ahora está ausente."
Editor: Claudia Herrera Pahl