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jueves, 26 de noviembre de 2009

Testigos de Jehová se reúnen en Asamblea Internacional en Perú



Del 5 al 8 de noviembre pasado, miles de Testigos de Jehová del Perú (que a la fecha ya superan los cien mil) y delegados de, al menos, otros 16 países se reunieron en dos sedes en Lima (el estadio Miguel Grau del Callao y el Estadio Monumental de Ate) en una Asamblea Internacional bajo el título de "Manténganse Alerta". Otras sedes simultáneas fueron Trujillo y Cusco.

Atentos y emocionados, los asistentes siguieron los discursos, tomando notas a los pasajes bíblicos que los discursantes no dejaban de citar para apoyar cada uno de los discursos que les indicaban la necesidad de mantenerse alerta en vista de los tiempos. El texto clave, usado repetidas veces durante toda la Asamblea, fue Mateo 24:42: "Manténganse alerta, pues, porque no saben en que día viene su Señor".

En algunas partes del programa, los asistentes recibieron nuevas publicaciones que les ayudarán a entender mejor las Escrituras. Todos recibieron por lo menos un ejemplar gratuito de un vídeo (sobre la honra que la creación aporta sobre el Creador, Jehová), un folleto que resume el mensaje de la Biblia y un extenso libro que explica el libro de los Hechos de los Apóstoles. Estamos seguros que durante las próximas visitas que efectúen en sus vecindarios asignados (que ellos llaman "territorios"), los testigos de Jehová estarán mejor capacitados para citar texto tras texto bíblico en la obra que consideran vital y la razón de ser de su asociación: Proclamar el Reino de Dios en manos de Jesucristo, en armonía con Mateo 24:14.

Entrevistados muchos miembros de la policía y el Serenazgo, en todas las sedes, concluyeron que nunca habían disfrutado de tan apacibles días de trabajo. Ni un sólo caso de violencia, atropellos o asaltos violentos. Dijeron que aún los niños y jóvenes, vestidos pulcramente, manifestaron un comportamiento calmado y ejemplar. Muchos de ellos se fueron convencidos de recibir con más atención a los Testigos de Jehová la próxima vez que visiten sus hogares... que de seguro lo harán repetidas veces, en busca de los merecedores. Los locales fueron limpiados, arreglados, pintados y mantenidos pulcros antes, durante y al finalizar el programa. Las autoridades deportivas expresaron su beneplácito por tan noble gesto de efectuar, a su propio costo, las reparaciones necesarias para atender a la gran muchedumbre. Muchas personas, curiosas por el acontecimiento, ingresaban sólo para observar. Muchos volvieron los días subsiguientes y algunos se animaron a tomar uno de los cursos bíblicos que los testigos ofrecen con regularidad. Tuve ocasión de entrevistar a por lo menos diez personas así, en los cuatro días que, de principio a fin, asistí a la Asamblea Internacional, como lo hice treinta años atrás.

Algunos de los delegados "extranjeros", si cabe esa denominación entre ellos, vistieron trajes típicos de sus respectivos países. No pocos peruanos hicieron lo mismo, en un intento por demostrar que la vestimenta externa es simplemente un accidente cultural, pero lo más importante para todos es "la vestidura incorruptible del espíritu" (1 Pedro 3:4), que los testigos de Jehová se esfuerzan por desplegar en toda ocasión, sin dejar de reconocer que aún viven bajo la condenación de la imperfección. Aunque sumaban miles y miles, no hubo tumultos, gritos ni aspavientos estrepitosos. Aún la despedida estuvo lejos de la tristeza característica de otras oportunidades. Sonrisas, abrazos, aplausos y, por supuesto, algunas lágrimas de gozo de poder participar en tan poco singular evento. De seguro, se han forjado muchas nuevas amistades que perdurarán en los años que le queden a este viejo sistema de cosas; con la esperanza de, si sobreviven al Armagedón venidero, esa amistad podrá ser eterna en armonía con la promesa divina de Juan 17:3: "Esto significa vida eterna, el que sigan adquiriendo conocimiento de ti [el Padre], el único Dios verdadero, y de aquél a quien tú enviaste, Jesucristo".

No se descuidó a nadie. Hubo secciones especiales para los sordomudos (atendidos en lenguaje de señas peruano), los testigos de habla china, coreana y quechua (ayacuchano y cuzqueño). También se reservó lugares cómodos para los ancianos y los discapacitados, quienes pese a sus limitaciones físicas temporales, mostraban el mismo espíritu que sus demás "hermanos y hermanas", como suelen llamarse entre ellos. Con júbilo recibieron a los más de 4,400 nuevos miembros que se bautizaron en las Asambleas mencionadas, durante el programa del día sábado.

Segunda vez que Lima es sede

Ya Lima había sido sede de otra Asamblea Internacional en 1979, denominada "Fe Victoriosa", que se desarrolló en el local conocido como "El Paraíso", en Campoy, que en esa oportunidad pudo albergar a los casi 19,000 asistentes. Hoy, hubiese sido imposible que ese hermoso local acogiera a los casi 130,000 asistentes en las cuatros sedes en que se desarrollaron las sesiones de la Asamblea.

No hay duda que aún en estos tiempos tan seculares y materialistas, de vez en cuando podemos asistir a eventos tan espirituales como el que los testigos de Jehová nos tienen acostumbrados. Nos gusten o no, apreciemos su obra o no, ellos, estamos seguros, seguirán esforzándose por llevar las buenas nuevas del Reino por toda la tierra habitada, buscando a quien quiera oír lo que las Escrituras tienen que decir. A nivel mundial su obra está presente en más de 235 países, en algunos bajo severas restricciones y persecución severa. Los más de 7 millones de Testigos distribuídos por todo el mundo (la segunda religión en Italia, México y el Brasil), seguirán dando la advertencia para la que han sido comisionados, mientras se esfuerzan por llevar vidas apacibles en armonía con los principios bíblicos, que en no pocos casos atraen más que su tan denodada predicación pública. Contribuído