- "Él [Jesús] les dijo a los fariseos y escribas [judíos]: "Apatamente profetizó Isaías acerca de ustedes, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. Es en vano que sigan adorándome, porque enseñan como doctrinas mandatos de hombres" (Marcos 7:6, 7)
- "Les doy testimonio que tienen celo por Dios, más no conforme a conocimiento exacto". (Romanos 10: 2, 3)
- "Ustedes adoran lo que no conocen" (Juan 4:22-24)
- "En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si se tienen amor entre sí" (Juan 13:34-25; compare con 1 Pedro 4:8)
- "No todo el que me dice "Señor", "Señor", entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre" (Mateo 7:21-23)
- "[Los de Berea] oyeron la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban las Escrituras con cuidado diariamente para ver si estas cosas eran así" (Hechos 17:11)
La religión que Dios aprueba debe estar en armonía plena con Su voluntad y sus enseñanzas deben ser de mucho provecho a sus seguidores. Por eso, desde el punto de vista bíblico, toda organización que alegue ser "cristiana" debe basar sus doctrinas y actividades en las Sagradas Escrituras y promover la clase de conducta de sus fieles que Dios mismo delinea en su Palabra. Así, cada individuo llega a ser "un hombre de Dios", privilegio que no estaría reservado a algunos miembros o clase privilegiada (2 Timoteo 3:16,17; compare con Mateo capítulo 23).
En el padrenuestro, Jesucristo alistó al comienzo la importancia de "santificar el nombre de Dios [el Padre]". ¿Está su religión de palabra y acción participando en proclamar, enseñar y santificar ese Nombre? (Mateo 6:9; Juan 17:6, 26). ¿Cada miembro de esa organización conoce a plenitud el papel que Cristo juega en su salvación? (Juan 3:16, 36). ¿En toda ocasión posible, utiliza la Biblia como la máxima autoridad en asuntos doctrinales, o más bien existe una mezcla de tradiciones y prácticas, incluso que contradicen las Escrituras? (1 Timoteo 4: 1-3). ¿Cuál es la "marca" de conducta característica en la mayoría de miembros de su religión? (Romanos 1:19-32; Gálatas 5:19-22; 2 Timoteo 3:1-5)
En realidad, un ligero análisis nos ayuda a percibir que no basta con pertenecer a cualquier religión, o hasta simplemente pensar que basta con creer en Dios. La Biblia dice acertadamente: "Tú crees que hay un solo Dios, ¿verdad? Haces bastante bien. Y sin embargo los demonios creen y se estremecen" (Santiago 2:19). El escritor inspirado estaba ilustrando así que la fe sin obras está muerta (Santiago 2.26), pues los demonios creen que Dios existe, pues, en un tiempo, hasta han visto su rostro (Job 1:6), y sin embargo no le obedecen. De otro lado, la religión que Dios aprueba debe estar sin mancha del mundo dominado por Satanás (Juan 17:15-19; 1 Juan 5:19) y promover los intereses del reino de los cielos y no los intereses comerciales y materialistas (1 Juan 2.15-17; Revelación 17:4; 18;3, 11-19).
Por eso, haría usted bien es rapasar si usted tiene conocimiento exacto del Dios a quien adora (Juan 17:3), conoce su voluntad a plenitud (Romanos 12:1-2) y está deseoso de corazón llevarla a cabo a pesar de dificultades, burlas, incluso al arrostrar la muerte, siguiendo el ejemplo del Gran Maestro Jesucristo (1 Pedro 3:15; 4:1-5). En la Biblia, se hayan muchas exhortaciones a buscar conocimiento exacto en señal de arrepentimiento (Hechos 17:31; 1 Timoteo 2:3-4), hacer sacrificos agradables a Dios (Hebreos 10:23); desistir de los pecados (Romanos 6:5-6; 1 Corintios 6:9-11); alcanzar la madurez cristiana (Hebreos 5:13-14; 6:1), ejercer una fe activa en el sacrificio redentor de Jesucristo (Juan 13:36) y reconoce su autoridad dada por Dios mismo (Mateo 28:18). ¿Está su religión proveyéndole toda la ayuda que usted precisa para convertirse en un "hombre de Dios". Si su respuestas en negativa, es momento de pensar en orar al Creador para pedirle le ayude a encontrar la forma de adoración que es limpia desde Su punto de vista (Santiago 1:26), porque la hora de juicio de toda forma de adoración falsa se ha acercado y la Biblia exhorta a 'salirse' con prontitud de esas religiones (2 Corintios 6:4-18; Revelación 18:4-5).