Un alto funcionario del gobierno británico dijo este miércoles que es hora que los manifestantes anti-capitalismo que están acampando fuera de la catedral de St Paul, en Londres, se retiren.
Lord Henley, funcionario del ministerio del Interior, dijo que si las protestas continúan el gobierno se verá obligado a asumir nuevos poderes para lidiar con los manifestantes.
Decenas de personas - en su mayoría jóvenes - llevan doce días acampando fuera de la icónica iglesia londinense, cercana también al distrito financiero de la capital británica, para denunciar los excesos en el manejo económico del país.
La protesta ha obligado a la catedral a cerrar sus puertas por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.