El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha reconocido este martes el "fracaso" de la cumbre sobre el cambio climático celebrada en Copenhague.
Moratinos hizo esta reflexión durante la comparecencia parlamentaria con la que reanudó la intervención ante la Comisión de Asuntos Exteriores, que quedó interrumpida la semana pasada al coincidir con la resolución del caso Haidar.
Durante su respuesta al portavoz del PP Gustavo de Arístegui, el jefe de la diplomacia hizo recuento del éxito de la política exterior española, porque en esta legislatura, dijo, España se ha sentado en reuniones destacadas como las del G-20, entre otras. En este sentido, destacó que España está presente en las reuniones internacionales, incluidas las que afectan al cambio climático "a pesar de las dificultades, del fracaso", de las mismas, indicó.
Suecia: 'Ha sido un desastre'
En la misma línea, Suecia considera que la Cumbre de Cambio Climático de Copenhague ha sido un "desastre" y un "gran fracaso". Así lo ha afirmado el ministro de Medio Ambiente sueco, Andreas Charlaren, antes de una reunión de ministros de Medio Ambiente de la UE para hablar de cómo rescatar el proceso.
La Unión Europea acudió a Copenhague con la esperanza de conseguir un compromiso amplio de, al menos, un 20% de recortes en emisiones de carbono por debajo de los niveles de 1990 para dentro de 10 años, pero este y otros firmes objetivos no aparecieron en el acuerdo final. "Los ministros van a reunirse hoy [por el martes]para negociar, por supuesto, cómo proceder después de este desastre que ciertamente padecimos en Copenhague", dijo a periodistas el titular de Medio Ambiente sueco mientras él y otros ministros se reunían para el encuentro en Bruselas.
Carlgren coordinará las conversaciones ya que Suecia tiene actualmente la presidencia de la UE.
"Espero que negociemos tanto sobre cómo continuar (...) como también cómo elaborar ahora posibilidades para formas alternativas de trabajar, porque realmente fue un gran fracaso y tenemos que aprender de ello", dijo.
La conferencia de dos semanas de la ONU terminó el sábado con un acuerdo legalmente no vinculante para limitar el calentamiento global a un máximo de 2 grados por encima de la época preindustrial, pero no dispuso cómo conseguirlo.
Los 27 estados miembros de la UE llegaron a la cumbre con una posición unificada y con un plan para financiar recortes de emisiones en el mundo en desarrollo, con un compromiso de gastar unos 7.000 millones de euros durante los próximos tres años en ayudas a los países más pobres. Pero esos objetivos se quedaron a un lado cuando las negociaciones no consiguieron producir los avances que muchos habían esperado.
"Europa nunca perdió su objetivo, nunca, nunca se dividió ni llegó a posiciones distintas, pero por supuesto esto fue sobre todo porque otros países eran reacios, y especialmente Estados Unidos y China", afirmó Carlgren.
El Reino Unido culpó el lunes a la China y un puñado de países por pedir un rescate al mundo al bloquear un tratado legalmente vinculante en Copenhague, dando lugar a un juego de culpas que se ha acelerado desde que terminaron las conversaciones.
(Fuente: ElPaís.com)