Por Roberto Palmitesta D.- Martes, 4 de agosto de 2009
El 20 de julio de 1969 se produjo un trascendente hito histórico al llegar el módulo lunar de la Apolo 11 a nuestro satélite natural, cumpliéndose así la meta impuesta por Kennedy en 1961 y ganándole la carrera espacial a los soviéticos.
El 20 de julio de 1969 se produjo un trascendente hito histórico al llegar el módulo lunar de la Apolo 11 a nuestro satélite natural, cumpliéndose así la meta impuesta por Kennedy en 1961 y ganándole la carrera espacial a los soviéticos.
Hace 40 años, dos astronautas estadounidenses caminaron por primera vez sobre la superficie lunar, ganándole así la carrera espacial a la URSS. Por eso el 20 de enero el mundo celebra la mayor proeza tecnológica de la historia, la colocación de una nave tripulada en la superficie lunar, y la corta caminata de dos astronautas sobre nuestro satélite natural. El evento fue retransmitido a medio mundo, y aunque fuera con imágenes imperfectas en blanco y negro, la hazaña emocionó grandemente a los que observaban en vivo y en directo a Armstrong y Aldrin bajando por una rudimentaria escalerilla metálica y luego recogiendo rocas y plantando la bandera de su país en el terreno. Así, la NASA cumplió felizmente el reto impuesto por el presidente John F. Kennedy ocho años antes, el de colocar astronautas en la Luna y regresarlos sanos y salvos a la Tierra antes de que terminara la década de los 60.
Por lo que significó para EEUU y la NASA, hoy se celebra el evento en muchos sitios relevantes para el programa espacial, tanto en Cabo Cañaveral, de donde partió la nave, como en el complejo espacial Johnson en Houston, donde se controló la misión. Los agasajos en Washington a los tres astronautas, todos aproximándose a los 80 años, fueron muy vistosos, y aunque el tímido Armstrong no quiso asistir, le tocó a Aldrin y a Collins representar el arrojado trío. Hubo conferencias por doquier, una dada por John Glenn, el primer hombre en órbita terrestre, y otras dadas por astronautas todavía vivos del programa Apolo. El domingo se realizó un concierto en el Centro Kennedy para las Artes en Nueva York, y en institutos educativos del país se dieron durante la pasada semana charlas y exposiciones para celebrar el histórico hecho. En estos días, los canales televisivos no se cansaron de transmitir documentales alusivos al evento, además de entrevistas apropiadas con astronautas retirados y activos. e incluso se vieron imágenes enviadas por un satélite lunar de la NASA --actualmente en órbita-- de los sitios de alunizaje de las seis naves Apolo. En fin, se trata de hacer todo un evento mediático para repotenciar un poco la decaída imagen mundial de EEUU, capitalizando al máximo ese logro tecnológico indiscutible de la NASA.
EEUU canta victoria en la carrera espacial
Con ese éxito, los EEUU ganaban la carrera a la Luna, astro que era el premio mayor de la carrera espacial desde que los soviéticos lanzaron el primer satélite artificial en 1957. La URSS había sido realmente la primera nación en llegar a la Luna, pues diez años antes del Apolo 11, ya habían hecho estrellar la sonda Luna 2 en la superficie lunar. Siguieron varias sondas rusas, y una de ellas –la Luna 9- aterrizó suavemente en 1966 enviando fotos de la superficie lunar, signo de que la URSS aceptaba plenamente la carrera lunar. Pero cuatro meses después la NASA ya se había equiparado y aterrizó allí el Surveyor, mientras desarrollaba el programa Apolo a toda marcha para ganarle a los rusos. Ya en 1968 la Apolo 8 orbitaba la Luna con 3 astronautas a bordo, y en 1969 Armstrong y Aldrin se convirtieron en los primeros hombres en pisar la superficie de un cuerpo celeste fuera de la Tierra. Aún mientras viajaban a la Luna, la URSS enviaba simultáneamente otra de sus sondas para colocarla suavemente sobre el satélite.
La famosa frase pronunciada por Armstrong al pisar la Luna, “un pequeño paso para el hombre, un paso gigantesco para la humanidad”, adquirió entonces una gran difusión, lo mismo que la placa con los nombres de los 3 astronautas que dejaron al lado de los restos del módulo lunar en el llamado “mar de la tranquilidad”, firmada por ellos y el presidente republicano en funciones, Richard Nixon.
La proeza había sido costosa, pues el programa Apolo requirió una inversión de unos 24 millardos de dólares (que serían unos $ 100 millardos hoy día). Unos 400.000 ingenieros, técnicos, científicos, empleados y obreros trabajaron en el proyecto durante toda una década. La Apolo 11 cumplió la meta casi 5 meses antes de la fecha fijada por Kennedy y, después del fatídico primer alunizaje, otras 5 naves Apolo llegaron a la Luna en los tres años siguientes para explorarla. Pero después de 1972, el mundo se cansó de los viajes lunares y la carrera espacial se enfocó hacia otros objetivos, mayormente en el ensamblaje de estaciones espaciales y viajes robóticos a Marte.
Regreso a casa y nuevos planes
Así, poco antes de las 11 pm del 20 de julio, la exploración humana tuvo uno de sus mayores hitos, comparable en importancia al descubrimiento de América, al posarse suavemente la nave en la superficie lunar. Dos horas después, en la madrugada del 21, los dos astronautas regresaron al módulo con unas rocas lunares y a las 2 pm la Apolo 11 despegó con sus propios cohetes de la superficie lunar para reunirse con la nave de comando en órbita, donde los esperaba un tercer astronauta, Collins, para luego iniciar el largo regreso a la Tierra, franqueando nuevamente los 360.000 km que separaba los dos cuerpos en otros tres días de viaje.
Los tres astronautas de la Apolo 11 fueron recibidos en persona por el mismo Nixon a bordo de un portaviones. La cápsula en que regresaron a la Tierra se convirtió en la nave más famosa de la historia, comparable a la Santa María con que Colón llegó a territorio americano, en una islita de las actuales Islas Bahamas, curiosamente no muy lejos del Cabo Cañaveral de donde salió el poderoso cohete Saturno que impulsó la nave al espacio.
La celebración de 40º aniversario fue un evento muy difundido, tratando de hacer olvidar un poco la severa crisis económica nacional, que seguramente hará modificar los planes de la NASA para un nuevo programa lunar en las próximas dos décadas, dirigida a construir una base que facilitaría eventuales vuelos tripulados a Marte. Sin embargo, a pesar de los buenos deseos de la administración Obama en materia espacial, se sabe que los planes de la NASA serán fuertemente recortados ya que no se consideran prioritarios. De todos modos el desarrollo del programa Constelación para una colonia lunar están bastante avanzados, con el nuevo cohete Orión que sustituirá al Saturno en una fase avanzada, y que se piensa probar a mediados de la próxima década al utilizarse para enviar naves en órbita terrestre, para seguir construyendo la Estación Espacial Internacional, en vista del próximo fin del programa Shuttle por la obsolescencia de sus transbordadores.
Las andanzas posteriores de los astronautas del Apolo 11
NEIL ARMSTRONG. Fue piloto de jets de combate en la guerra de Corea, antes de estudiar ingeniería aeroespacial e integrarse a la NASA, que abandonó en 1971, siendo reacio a que se utilizara su celebridad indebidamente, promocionando productos o causas, y demandó a empresas que lo hicieron, e incluso a un barbero que vendió un mechó de su pelo. Dio clases en una universidad y sirvió de consultor a empresas aeronáuticas, sirviendo de imagen para la Chrysler por un tiempo. Sin embargo resistió la tentación de entrar en la política, como hizo su paisano John Glenn. Una docena de escuelas llevan su nombre, incluso la escuela de ingeniería de su alma mater (Purdue). Hace 4 años permitió que un escritor redactara y publicara su biografía, y a sus 78 años, disfruta de su retiro dorado en Ohio, su estado natal.
EDEWIN ‘BUZZ’ ALDRIN. El segundo hombre en caminar sobre la Luna, pero el primero en ser fotografiado allí, fue coronel de la fuerza aérea, y también realizó misiones de combate en la guerra de Corea, derribando dos Migs enemigos. Trabajó primero para el proyecto Gemini antes de ser seleccionado para el programa Apolo. A los 4 años de su histórico vuelo publicó un libro con sus experiencias, “Regreso a la Tierra” y fue objeto de un unitario televisivo, con sus elucubraciones metafísicas y el relato de su lucha contra el alcoholismo y la depresión. Su personaje apareció en varios shows de la tv, incluyendo Los Simpson, y tiene una estrella en el famoso Paseo de la Fama de Hollywood. A sus 78 años, disfruta de su retiro cerca de Los Ángeles.
MICHAEL COLLINS. También fue militar y piloto de pruebas, y después de su viaje en el Apolo 11, donde estaba encargado de manejar la nave con que el trío regresó a la Tierra, Collins se graduó en Harvard como MBA y se metió brevemente en la política en Florida antes de ser nombrado director del Museo del aire y el espacio y luego sirvió en el museo Smithsoniano como subdirector. Después de escribir cuatro libros sobre sus experiencias espaciales, que le produjeron buenos ingresos, se dedicó a la pintura de paisajes del parque Everglades en Florida, cuadros que siguen vendiéndose a buen precio gracias a su fama. A sus 78 años, manifiesta a veces su frustración por no haber caminado sobre la Luna.