EFE
La obra La lechera, una de las más conocidas del pintor holandés Johannes Vermeer, se expondrá en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York desde el próximo 10 de septiembre con motivo del 400 aniversario de la histórica llegada del navegante Henry Hudson a esta ciudad desde Holanda. Según la institución neoyorquina, la célebre pintura se podrá ver hasta el 29 de noviembre como parte de una muestra compuesta por otros cinco lienzos del artista y varias obras de pintores holandeses como Pieter de Hooch (1629-1684), Gabriel Metsu (1629-1667), o Nicolaes Maes (1634-1693). La lechera (1657-58) viajará así por primera vez a Estados Unidos desde que se mostrara en 1930 en la Exposición Universal de Nueva York. Junto a Rembrandt (1606-1669) y Frans Hals (1580-1666), Vermeer (1632-1675) está considerado uno de los artistas holandeses más destacados de la Edad de Oro. Durante su breve carrera, Vermeer, del que sólo se conservan 36 obras en todo el mundo, vendió sus creaciones a un reducido número de coleccionistas de Delft, la ciudad natal del artista, y de La Haya. La lechera fue adquirida por el coleccionista holandés Pieter van Ruijven, quien en 1670 había reunido 21 obras del pintor, y hoy forma parte de una de las exposiciones permanentes del Museo Rijks de Amsterdam. La exposición que prepara el Museo Metropolitano incluirá otras obras de Vermeer como Mujer con una jarra de agua (1662), La joven dormida (1656-57), Estudio de una joven (1665-67), Mujer con un laúd (1662-1663), y Alegoría de la fe católica (1670). Estas pinturas se acompañarán también de otras obras de los artistas holandeses Emanuel de Witte (1617-1692), Hendrick van Vliet (1611/1612-1675), y Hendrick Sorgh (1610-1670), entre otros. La muestra también contará con grabados en papel de los holandeses Lucas van Leyden (1494-1533) y Jacques de Gheyn II (1565-1629), que ilustran las temáticas tratadas habitualmente por Vermeer. Además, la Nueva Amsterdam, rebautizada después como Nueva York, alberga este año numerosas exposiciones en otros museos de la ciudad, así como una larga lista de actos al aire libre, con los que se celebran los cuatro siglos que han transcurrido desde la llegada de los holandeses en 1609.