Bajo el liderazgo de Ekaterina Gamova (aportó 35 puntos), Rusia ganó su segundo Campeonato Mundial de Voleibol consecutivo, en la rama femenina, tras derrotar al superarchifavorito, Brasil, por 3 sets a 2 (21-25, 25-17, 20-25, 25-14, 15-11). El partido final se llevó a cabo en el estadio Yoyogi, de Tokio, el 14 de noviembre de 2010.
Rusia repitió su victoria sobre Brasil a quien también derrotó en la final del 2006, para sumar su séptima corona (considerando a la Unión Soviética) en la historia de los Campeonatos Mundiales de esta disciplina. Además, en las ultimas seis ediciones, Rusia ha obtenido siempre una medalla, tres de ellas de oro (1990, 2006 y 2010).
Para Brasil, esta es su tercera medalla de plata (1994, 2006 y 2010), y es el único título de prestigio internacional que se le escapa hasta ahora, pues ya conquistó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing-2008, y ha obtenido varias veces el Grand Prix.
El encuentro fue digno de una final mundial, a diferencia de lo sucedido en la rama masculina este mismo año, cuando Brasil barrió con Cuba, tal como había hecho con los polacos cuatro años antes. En el encuentro de damas, cada punto fue luchado y cada bloqueo, ataque o servicio fue largamente aplaudido por la concurrencia. Brasil jugó estupendamente y dio todo lo que sabe hacer, pero las rusas estuvieron sencillamente soberbias de principio a fin, pese a perder dos sets con bastante amplitud. Su regularidad permanente fue lo que inclinó la balanza a su favor. Ambos equipos exhibieron un juego de alta calidad y rendimiento, que les había permitido llegar a esta instancia final.
Ekaterina Gamova y Sokolova lideraron a otras talentosas jugadoras más jóvenes, pero no menos efectivas. La actuación de Kosheleva en este partido fue lo que creo inclinó la balanza a favor de las vencedoras. Por Brasil nadie destacó pero nadie defeccionó... sencillamente tenía que haber un sólo vencedor, y ese fue el equipo ruso.
Un sorprendente equipo japonés
Este Mundial mostró a un equipo japonés sorprendente, que nos hizo recordar a aquellos formidables equipos de los años sesenta y setenta cuando batían a los más encumbrados equipos europeos y americanos, para alcanzar en ese entonces tres títulos mundiales y tres medallas de plata (la última ganada en 1978 frente a Cuba en Moscú). En este año, tras caer en la semifinal ante el Brasil, las japonesas vencieron en la disputa por el tercer lugar a los Estados Unidos (No. 2 del ranking mundial y ganador del reciente Grand Prix-2010) por 3 sets a dos (18-25, 25-23, 21-25, 25-19, 15-8) para reclamar, con justo derecho, la medalla de bronce.
Ya en el Grand Prix de este año, el Japón había derrotado al Brasil en la etapa final y se ubicó tabién en tercer lugar en es prestigioso torneo, detrás de los Estados Unidos y el Brasil.