La acción se sitúa en Estados Unidos, durante la gran depresión económica, una época de conflictos, problemas y miseria. A un restaurante de una carretera secundaria llega un visitante hambriento, sin diner y desempleado. El dueño le atiende y le ofrece un trabajo, pero él lo rechaza. Sin embargo, cuando aparece la mujer del propietario del local, el visitante decide quedarse.
Luego de un intento fallido por deshacerse del marido, el propietario del restaurante, inician un tórrido romance basado en la sospecha, la pasión y el deseo irrefrenable; por lo tanto crece la necesidad de consumar el crimen. Cuando lo hacen, las cosas no se presentan como ellos esperaban, y no sólo en lo que se refiere a las autoridades, sino a la misma relación entre ellos.
Una historia breve, pero intensa, cuyo final nos recuerda que 'el crimen nunca paga'.