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sábado, 10 de diciembre de 2011

La Biblia contesta: ¿Naciò Jesús en diciembre? ¿Importa?

La Biblia no registra la fecha exacta en que nació Jesús, pero lo que sí indica es que no nació en el mes de diciembre, como afirma la mayoría de personas. ¿Por qué? Básicamente porque diciembre es un mes muy frío en Palestina, la tierra en dónde nació Jesús. Lucas 2:8-11 muestra que, sin embargo, había pastores fuera, a campo raso con sus rebaños, lo que indica que el clima, al tiempo de nacer Jesús, era benigno, pues cuando el clima era muy severo, los pastores guardaban a sus rebaños. También, el hecho de que sólo hubiese un pesebre libre para recibir al Mesías, confirma que los rebaños estaban a campo raso (Lucas 2:6,7).Además, los romanos sabían bien la antipatía que los judíos sentían por sus opresores. Difícilmente Augusto hubiera ordenado que la gente se desplazara por todo Israel, en obediencia al mandato del emperador de que se efectuase un censo (Lucas 2:1-7).
¿Es importante conocer la fecha exacta del nacimiento de Jesús? Parece que a los cristianos primitivos no les importaba, porque la obra Los orígenes sagrados de las cosas profundas dice: Durante dos siglos que siguieron al nacimiento de Cristo nadie sabía, y a muy pocos les importaba, cuándo había nacido exactamente Jesús”. Y, aunque la hubiesen sabido, no habrían festejado su cumpleaños, como bien lo atestigua la historia, y consideraban reprobable esa práctica, pues básicamente los cumpleaños eran celebraciones paganas, especialmente en honor a sus dioses. Por ejemplo, el 24 de mayo era la fiesta de Diana. El 25 de diciembre los romanos paganos celebraban la fiesta del Sol invencible (Natalis solis invicti, o dios Mitra), fiesta que estaba llena de regocijo, cenas e intercambios de regalos. Sin embargo, para el siglo IV el cristianismo había apostatado tanto, que los obispos de Roma, con el “noble” propósito de cristianizar a los paganos, adaptaron la festividad romana, reemplazando al Sol, por Jesucristo, (el llamado “Sol de la justicia”).
¿Importa realmente el origen pagano de la Navidad? Es evidente que a la mayoría de personas no les importa (Juan 4:22). En cambio, opinan que la ocasión de reunir a la familia, intercambiar regalos y cenar juntos es una práctica saludable, sin importar que eso esté relacionado con la religión falsa. Sin embargo, lo que en apariencia puede parecer “noble” y digno de encomio, desde el punto de vista humano, puede resultar opuesto a la voluntad de Dios (Proverbios 3:5-6). Jehová ha puesto en la Biblia los requisitos para adorarlo correcta y aceptablemente (Juan 4:23-34; 2 Timoteo 3:16-17). Por eso la Biblia exhorta a ‘asegurarnos de lo que es acepto al Señor’ (Efesios 5:10).
Si bien la Biblia no prohíbe la celebración de cumpleaños de manera explícita, tampoco la promueven; caso contrario, hubiese algún mandato expreso de celebrar el nacimiento de Jesucristo, como sí lo hay respecto a la conmemoración de su muerte (Lucas 22:19), mandato que evidentemente los primeros cristianos cumplieron a cabalidad (1 Corintios11:23-26). Ni una sola vez la Biblia o la historia muestran que los primeros cristianos celebraran el cumpleaños de Jesucristo, sino a partir del siglo IV, cuando ya el cristianismo se había apartado de sus orígenes, doctrinas y enseñanzas dadas por Jesús y sus apóstoles.
No hay nada objetable en intercambiar regalos, o reunirse con regularidad en familia, con amigos u otras personas para compartir una comida. Pero, la Biblia brinda las pautas de cuándo hacer eso, o no, y el verdadero espíritu con que se deben efectuar esas actividades. Por ejemplo, se indica en 2 Corintios 9:7: “Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre”. Los regalos dados con liberalidad producen buenos resultados, pues no están sujetos a mandato ni a fechas ni a costumbres que esclavizan (Juan 8:32), y que a menudo agotan los recursos financieros de la gente y generan tensiones y excesos innecesarios.
Sin embargo, lo más importante es ver los asuntos desde el punto de vista del Creador. Un concienzudo estudio de la Biblia permite llenarse del conocimiento exacto de la verdad que Dios mismo quiere que conozcamos (1 Timoteo 2:3-4). Jehová desea que seamos felices plenamente, sobre todo porque al obedecerle como gobernante (es decir, que reconocemos que Él tiene el derecho a decidir lo que es bueno o malo – compare con Jeremías 10:23), nos brindará su poderoso espíritu santo, cuyo fruto incluye el rasgo del “gozo” (Gálatas 5:22-23).