El gobierno del Japón, en la persona de su primer ministro, Yoshihiko Noda, ha asegurado que ha cumplido una etapa clave en la lucha contra la peor crisis atómica que ha sufrido el mundo desde Chernobyl (1986). El funcionario nipon ha asegurado que los técnicos han colocado los reactores de la central nuclear de Fukushima 1 en parada fría, un paso imprescindible antes de continuar el largo proceso para clausurar la planta y levantar la orden de evacuación de la población, actualmente en vigor.
Fukushima 1, situada a 240 kilómetros al norte de Tokio, la capital, resultó gravemente dañada por el terremoto y el tsunami que devastaron la costa noreste del Japón el pasado 11 de marzo. Los expertos aseguran que la limpieza y descontaminación de la zona deberá durar al menos 40 años a un costo incalculable, pues habrá que atender unos 2,400 kilómetros cuadrados de suelo alrededor de la planta nuclear.