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lunes, 7 de marzo de 2011

Síndrome de Peter Pan

El síndrome de Peter Pan es un trastorno del desarrollo de la personalidad, donde el sujeto se niega a asumir el paso del tiempo y desempeñar un rol de adulto.
Dicho síndrome se caracteriza por la presencia de ciertos aspectos de inmadurez, social y psicológica, acompañados por disfunciones sexuales. Es aplicado a pacientes de sexo masculino, que presentan una personalidad narcisista e inmadura. Mientras el sujeto crece, su percepción interna del yo, permanece en la infancia.
El Síndrome de Peter Pan puede darse en ambos sexos, aunque es más frecuente entre los hombres.
Estas personas suelen tener miedo a la soledad, por lo que intentan rodearse de gente dispuesta a cubrir sus necesidades. Tienen ansiedad cuando son evaluados por sus compañeros de trabajo o sus superiores, ya que son absolutamente intolerantes ante cualquier crítica. En algunos casos, pueden tener graves problemas de adaptación en el trabajo y en la relación con su pareja.
Causa
Una de las causas principales de la aparición de la generación de Hombres Peter Pan es, el estado de desconcierto en el modelo de relaciones de género que se ha producido como consecuencia del gran salto en el protagonismo social de la mujer.
Síntomas
La inmadurez es la característica que define a las personas con este síndrome y ésta se manifiesta en los siguientes rasgos de comportamiento:
- Son personas que huyen de la responsabilidad y del compromiso.
- Tienen una personalidad marcadamente narcisista.
- Son muy dependientes de otras personas y son incapaces de afrontar por sí solos los problemas.
- Son caprichosos y egocéntricos.- Tienden a culpar a los demás de todos sus fracasos.

Este tipo de personas viven el presente y no se plantean proyectos a medio o largo plazo, tienen una visión alegre y algo superficial de la vida. Por lo general suelen resultar personas divertidas y resultan muy atractivas, por lo que tienen cierta facilidad para establecer relaciones con el sexo opuesto, pero una gran dificultad para consolidar estas relaciones.
Tratamiento
En cierto modo podemos decir que todos los adultos llevamos un niño dentro, esto no es malo, sino todo lo contrario, nos da fuerza para seguir ilusionándonos por las cosas. El problema aparece cuando ese niño nos bloquea nuestra capacidad de asumir responsabilidades y de comportarnos con madurez. Lo primero que tiene que hacer, es darse cuenta que tiene un problema.

Las conductas que se mantienen durante mucho tiempo son muy difíciles de corregir, lo ideal es que los padres de hijos que empiezan a manifestar estos síntomas de inmadurez actúen en consecuencia. Lo mejor es permitir que estas personas se enfrenten a la realidad por duro que pueda parecer y que asuman la responsabilidad de sus propias conductas.