Cuando se mira al cielo no es fácil distinguir las estrellas de las galaxias más alejadas. Son igualmente puntos luminosos sobre el firmamento, aunque las segundas están mucho más lejos. Ahora, gracias al telescopio más grande del mundo, el Gran Telescopio de Canarias (GTC), astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han logrado localizar grupos compactos de galaxias que se encuentran a 5.000 millones de años luz de la Tierra.
La primera de estas agrupaciones galácticas se descubrió en el siglo XIX, el llamado 'Quinteto de Stephan', pero en los últimos 20 años, los astrofísicos han logrado detectar un centenar, todas a unos 1.000 millones de años luz, una distancia pequeña para un Universo que tiene 13.700 millones de años.
Carlos Gutiérrez, del IAC, y autor del hallazgo publicado en la revista 'The Astrophysical Journal Letters', ha conseguido 'ver' cuatro veces más lejos e identificar, por lo menos, tres grupos diferentes: dos compuestos por cuatro galaxias y otro por cinco.
"Estas agrupaciones son importantes para estudiar cómo afecta la presencia de compañeras cercanas a la evolución natural de las galaxias, porque la acción de la gravedad las somete a procesos de deformaciones, desgajamientos o fusiones. En ciertos casos, incluso pueden acabar destruidas al ser engullidas por otra mayor, en un proceso de canibalismo a escala astronómico, o fusionarse con otra de tamaño similar para formar una nueva galaxia", explica Gutiérrez.
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, también forma parte de un grupo local compuesto por unas 30 ó 40, pero no están lo suficientemente cerca como para que sufran los efectos de la acción que ejercen unas sobre otras.
Además de los tres grupos publicados, Gutiérrez ha detectado otros 20 ó 25 candidatos de la misma época, aunque están en fase de análisis. "Cuanto más grande sea la muestra, mejor conoceremos su evolución, que es muy rápida. Son grupos que se forman y se destruyen a la vez", comenta el investigador.
Una vida muy corta
Para esta investigación, el equipo utilizó el Isaac Newton Telescope (INT) y el GTC, con su instrumento Osiris, en el que pudo disponer de unas tres horas de observación. Ambos están en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma.
En sus conclusiones, el astrofísico destaca que estos grupos lejanos de galaxias tienen una vida muy corta, pero sin embargo, la forma y los tipos de estrellas que las componen son de galaxias más viejas que los propios grupos. "Una posibilidad es que se formaran y luego se fueran acercando. La fusión es una posibilidad, es decir, que todas las galaxias de un grupo acaben englobadas en una galaxia gigante. Estas enormes galaxias serían elípticas y estarían aisladas. Ya hemos visto grupos fósiles cómo estos", apunta el astrofísico.
Carlos Gutiérrez reconoce que aún hay muchos misterios por descubrir de estos grupos de galaxias: cómo se forman y en qué se convierten. "Son una pieza más es el 'puzle' de la estructura del Universo", afirma. De hecho, comenta cómo por un lado se está expandiendo cada vez más deprisa, y por otro, debido a la gravedad, se contrarresta esa tendencia y se forman estos grupos.